“Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido;
puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva
o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver
o puede estar lleno del amor que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío o dar la espalda
o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir”
(Anónimo Escocés)

15 septiembre 2008

Un nuevo curso escolar



Este 15 de septiembre Anna hubiera empezado 1º de ESO. De nuevo las fechas se hacen difíciles y brota la rabia y la impotencia. Mi cabeza no para de dar vueltas a un mismo pensamiento: ¿por qué?. Ya se que esta actitud no lleva a ninguna parte y sólo causa más dolor, pero no puedo evitarlo, y ya llevo así todo el verano. La resignación es sólo aparente, vuelve con más intensidad la desesperación por la ausencia física. Es necesario colocarse una máscara para poder mezclarse con el curso de la vida. Intento pensar el tipo de vida que Anna hubiera llevado si el transplante hubiera salido bien (nada fácil por otras experiencias que conozco) pero no me consuela. Sólo pienso en lo feliz que sería con su hermana, con sus amigas, con su música, con su cole...

11 septiembre 2008

Tal día como hoy....

Tal día como hoy hace siete años estábamos tranquilamente pasando el día en LLiçà cuando vimos por la televisión el atentado de las Torres Gemelas. En aquel momento, la verdad, me entró miedo por las consecuencias que aquel acto terrorista pudiera traer consigo. No sé, fue una sensación muy extraña. Enseguida miré a Anna y tuve miedo por ella, por si algo le pudiera pasar. Incluso lo comenté con Santi, que no me hizo demasiado caso.
Un mes más tarde, el día doce de octubre, estábamos en urgencias de Sant Joan de Déu porque en la analítica que le habían hecho a Anna unos días antes el valor de las plaquetas (20.000) no indicaba nada bueno. Fue el comienzo de la pesadilla.
Esta foto es de Agosto de 2001. Estábamos de vacaciones en el Port de la Selva y habíamos hecho nuestra obligada visita al Cap de Creus.

03 septiembre 2008

Verano 2008

Estas vacaciones han sido todavía más duras que las del año pasado. Después de mucho pensar que hacer, decidimos quedarnos en casa, no teníamos ánimos ni ilusión por irnos de viaje.
Así como el año pasado no dudamos ni un momento en marcharnos, quizás por huir un poco de todo, quizás al estar todavía en una “nube”.
Aparte teníamos también las visitas al médico de Rosa Mª por el embarazo.
Aprovechamos para pintar la habitación y preparar las cosas de Laura. Hemos recuperado bastante ropa y accesorios de Anna. Al ver toda esa ropa no hemos podido dejar de escapar unas lágrimas de tristeza y amargura al pensar en Anna y recordar como fue toda su infancia.
El día que fuimos a buscar la cuna y el capazo a casa de mis padres fue muy duro por la cantidad de recuerdos que salieron en aquel momento.
Ha sido muy triste el ir a pasear por la rambla, ir a la playa e intentar no dejarte influir por la gente. Ya sabemos que nadie tiene la culpa y mucha gente no te conoce y no sabe nada de lo que hemos pasado, pero no puedes dejar de pensar y mirar en esos niños y niñas sonrientes y contentos que están de vacaciones.

Aunque sabemos que Anna siempre está con nosotros.
Hemos vivido muchas coincidencias o casualidades: estar en la playa y una mama llamar a su hija y nosotros pensar: ¿Cómo se llamara?.............Annaaaaaaaaaaaa ven aquí… y automáticamente girar la cabeza, es algo que no puedes evitar.
Anna ha estado presente cada día, en cada rincón y en cada recuerdo que hemos vuelto a recuperar. Algunos que no sabíamos ni que estaban, como los primeros trabajos de la guardería que pensábamos que los habíamos perdido.
Intentamos continuar la vida con la incorporación al trabajo y esperando que el embarazo transcurra con normalidad.