“Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido;
puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva
o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver
o puede estar lleno del amor que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío o dar la espalda
o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir”
(Anónimo Escocés)

24 diciembre 2013

Diecisiete años

Hoy hace diecisiete años que fuimos padres por primera vez. Jamás pude imaginar que nuestra hija sólo estaría  con nosotros diez años y medio, que una cruel enfermedad nos la arrebataría y que deberíamos intentar acostumbrarnos a vivir sin ella físicamente. El camino desde entonces ha sido muy duro, sobre todo al principio, pero poco a poco el dolor se ha ido mitigando quizás porque  hemos aprendido a vivir con ella en el corazón. 
Y es que nadie muere del todo mientras haya alguien que lo recuerde.....