“Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido;
puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva
o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver
o puede estar lleno del amor que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío o dar la espalda
o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir”
(Anónimo Escocés)

24 diciembre 2011

Quince años



Hoy, 24 de Diciembre de 2011, Anna cumpliría quince años. Y digo cumpliría porque para mi se quedó en diez años eternos y prefiero no pensar cómo sería ahora, porque realmente ni me lo imagino ni me esfuerzo en hacerlo. Hoy, cuatro años y medio después de su marcha, me decido a poner un vídeo suyo, las últimas imágenes que tenemos grabadas de ella antes de ingresar en el hospital. Pertenecen a la  Semana Santa del 2007, cuando todavía no nos habían dicho nada del transplante y ella esta tal como era, contenta y feliz.. El video no tiene mucha calidad pero si muchísimo valor sentimental. Poco a poco estamos recuperando todos sus vídeos y pasándolos a Dvd. Ha costado mucho decidirse pero hay que hacerlo, es una tarea dolorosa: desde su nacimiento hasta la última Semana Santa, pasando por festivales de Navidad, de final de curso, vacaciones, etc. toda su corta vida va desfilando por delante nuestro y hay momentos en los que todavía no me creo que no esté con nosotros.

01 diciembre 2011

El tiempo.....

No os quedéis a llorar junto a las tumbas
no estamos allí
no hemos muerto
no dormimos en ese lugar.
Somos mil vientos que soplan,
somos los diamantes que brillan en la nieve,
somos la luz del sol en los granos maduros,
somos la llovizna suave del otoño
somos el veloz revoloteo de los pájaros,
somos las estrellas tenues que relucen en la noche.
No os quedéis a llorar junto a las tumbas
no estamos allí.

"El tiempo podrá curar las heridas, pero jamás curará las cicatrices"

05 julio 2011

Te la dedico, Anna

Me ha costado mucho volver a escuchar ciertas canciones. La música es uno de los mejores vehiculos para recordar. Cantar a grito pelado canciones de Maná y La Oreja de Van Gogh mientras íbamos en el coche, recordar temas de Take That, las canciones de Navajita Plateá y Camela que cantábamos con el Singstar me pone un nudo en la garganta y se me llenan los ojos de lágrimas. Escuchar durante un viaje a Queen, a los Rollings, Scorpions cualquier estilo era bueno para Anna.

27 junio 2011

27 de Junio de 2007: un antes y un después

   Cuatro años ya sin Anna. Una eternidad en determinados momentos, sin embargo hay otros en los que parece que fue ayer que todavía hablábamos de lo que haría cuando volviera a casa. Cuatro años en los que el dolor y la alegría conviven en armonía, dándoles a cada uno de ellos su espacio en nuestra vida. 

   El día 27 de junio del 2007 la vida de Santi y mía cambió para siempre. Pasamos de ser una pareja con un hijo a ser sólo una pareja. No era una nueva vida, una nueva vida se comienza rompiendo con todo, a veces con alegría, otras con entusiasmo, otras con dolor, pero con ganas de olvidar y empezar de nuevo. No era este nuestro caso. Nos encontramos de la noche a la mañana sin saber que hacer, donde ir, si salir, si entrar. Todo nos recordaba a Anna, empezando por nuestra casa, el barrio, la ciudad. Pero no queríamos romper con nada y, poco a poco, hemos sidos  capaces de superar el dolor de los primeros meses recordando con muchísima nostalgia unas veces, incluso con una sonrisa otras todo aquello que habíamos vivido con Anna.

   La alegría ha venido de la mano de Laura y David, los hermanos (¡que raro se me hace pronunciar esta palabra!) de Anna. Dos niños que nos han devuelto una vida llena de bendita rutina, que nos han hecho revivir otros tiempos y nos han permitido recordar cosas de Anna que creíamos olvidadas. Pero no, no es una nueva vida, es otra etapa en nuestra existencia. Si que es verdad que criar dos niños tan pequeños me mantiene atareada y sin apenas tiempo de pensar, pero es que yo no necesito pararme a pensar en Anna, ella está siempre conmigo, me acompaña donde voy,  me da fuerzas cuando decaigo. 

   Estoy contenta porque se que este blog ha sido el mejor vehículo para dar a conocer a Anna, lo mismo que a través de él he tenido la suerte de contactar con padres que han perdido a sus hijos y que aún sin conocernos personalmente, siempre podemos intercambiar palabras de aliento.

   También se que muchos de los compañeros de clase de Anna han leido el blog. Hace cuatro años eran niños a los que la muerte de su compañera les cogió tan de sorpresa que no consiguieron reaccionar. Ahora  ya en la adolescencia, son capaces de recordarla con cariño.

   Por ello este espacio que empezó como una  vía de desahogo para unos padres unos padres desesperados por la pérdida de su hija, ha superado con creces las expectativas puestas en el. Se que no escribo muy a menudo, no tengo mucho tiempo, pero lo primero que hago cada día al levantarme: entrar en él y estar unos minutos a solas con mi hija.

19 marzo 2011

Día del Padre


01 enero 2011

Una nueva década

Con el 2010 se cierra una década en el transcurso de la cual se han marchado dos de las personas más importantes de mi vida: Anna y mi madre, Juanita. Si empezamos el 2000 con ilusión, el 2001 nos trajo la enfermedad de Anna con la que luchamos los siguientes seis años, unos años que, a pesar de todo, no cambiaría por nada del mundo porque intentábamos ser felices agarrándonos siempre a las pequeñas alegrías, a los atisbos de esperanza y a intentar mantener nuestra rutina familiar. En junio de 2007 todo esto desapareció y tuvimos que aprender a vivir de nuevo.  Con la llegada de Laura a nuestras vidas la ilusión volvió de nuevo hasta que otra vez el destino nos intentó hundir: en 2009 mi madre fallecía casi de repente, sin darnos apenas tiempo de reaccionar frente a su enfermedad, sin tener apenas tiempo de disfrutar de su nieta. De nuevo intentar sacar la cabeza a flote, un nuevo embarazo, un niño esta vez que llegará en enero.
¿Qué espero para este 2011? Pues ver cómo mis hijos crecen sanos y felices y que Santi y yo tengamos la fuerza necesaria para criarlos.