“Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido;
puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva
o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver
o puede estar lleno del amor que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío o dar la espalda
o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir”
(Anónimo Escocés)

24 diciembre 2010

Hoy hace 14 años que Anna nació.


Anna hubiera cumplido hoy catorce años. Esta es nuestra cuarta Navidad sin ella en casa, la primera en que se ha vuelto a montar un árbol de Navidad y se han cantado villancicos con Laura. Unos villancicos que no salen del corazón pero que hay que cantar porque Laura se lo merece. Lo comentaba la otra noche con Santi, es como si me hubiera puesto unas orejeras y sólo mirara hacia adelante, sin darme tregua a pensar porque de otra forma no creo que fuera capaz de hacer muchas cosas de las que hago.

Hoy he guardado en una caja todas las Barbies y vestidos de muñecos de Anna. Se los daré a Laura cuando cumpla cuatro años. Cada muñeca, cada vestido, cada accesorio lleva impregnada un poquito de la historia de Anna. Ha sido bonito recordarlo, sobre todo pensando en que lo iba a guardar parar luego regalárselo a Laura.
Poco a poco voy poniendo orden en sus cosas y no me coge la desesperación de estos años atrás.

Escribo poco en el blog (aunque entro cada día, es lo primero que hago cuando arranco el ordenador) porque me he dado cuenta de que los recuerdos de Anna, las fechas importantes, celebraciones, llegadas a una fecha, ya se repiten, ya no hay más recuerdos, no hay más fotos a partir del 27 de junio de 2007 y esto me duele.
Y soy incapaz de hablarle a ella desde este espacio porque yo hablo mentalmente con mi hija cada día.

Bueno, no había comentado aquí que en enero volveremos a ser papás, esta vez de un niño que se llamará David, el nombre que a Anna le gustaba si alguna vez tenía un hermano. Diciembre está siendo un mes de sentimientos contrapuestos: el cumpleaños de Anna, la Navidad con Laura y la ilusión de un nuevo bebé, cada uno con el espacio que se merece en mi corazón.

30 octubre 2010

Vampiros y castañas


En el cole de Anna se celebra tanto Halloween
como la Castañada. Los niños de ciclo superior de primaria se disfrazan y se hace una especie de túnel del terror para los más pequeños. En el último Halloween Anna se disfrazó de Fredy Kruger. Para ella todo lo que tuviera que ver con el misterio, los monstruos, vampiros y demás le encantaba. El último libro que leyó en la habitación del hospital fue "Todos mis monstruos". En cámaras vimos casi toda la serie de Buffy Cazavampiros
(a la que por cierto yo también me aficioné). Siempre Santi y yo controlándola que esta afición no la perjudicara, pero la verdad es que no solía tener pesadillas.
Pero por otro lado también le gustaban mucho las castañas asadas y ya empezaba a comerlas cuando el castañero de al lado del cole colocaba la parada, es decir a mediados de octubre.
Ayer, en el informativo de la tv local de Badalona dieron un reportaje en el que, por un lado aparecía la tienda donde comprábamos artículos de Halloween y, por otro, escenas de la gente llevando flores al cementerio. Fue impactante.
La foto es del último Carnaval. El dibujo de Buffy es uno de los muchos que solía encontrar dentro de la cartera, y el de Drácula lo hizo en el hospital una vez se leyó el libro.




27 junio 2010

Tres años sin ti....

23 abril 2010

Sant Jordi

Con este dibujo Anna ganó el premio de la escuela de dibujo a la que asistía cada lunes. El tema era la leyenda de Sant Jordi y ella la interpretó a su manera: el dragón cantando en una discoteca bajo la mirada atónita de la princesa y su salvador. Anna tenía seis años.

18 abril 2010

Carta de un hijo de la Luz


Mamá, Papá, ya no estoy con ustedes como acostumbraban verme; su mirada no cruza más que el vacío y ya no me oyen reír, gritar y llorar. A veces sin embargo, todavía estoy aquí, cerca de lo que me era familiar, capaz de ir y venir como me da la gana, sigo siendo como me conocieron, con otra apariencia imperceptible para sus ojos, pero que es una realidad para mí.
Sigo estando vivo, con mi carácter, acordándome de todo lo que aprendí y siempre lleno de amor hacia ustedes, quizá más todavía, porque ahora es mi alma la que se expresa.
No les pido que no lloren, el llanto es como el aguacero que lava el alma; ahora vivo en otra parte y les pido pensar en mí de la misma forma en que me recordaban cuando nos separábamos por un corto tiempo, pues NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR, se los aseguro.
Mamá, Papá tengo muchísimos medios a mi disposición para hacerles saber y entender que ESTOY INTENSAMENTE VIVO; les puedo colocar índices en su camino para que puedan encontrar el libro que los iluminará o las personas que los ayudarán.
Puedo manifestarme en sus sueños o ponerles un perfume que les recuerde mi presencia; también puedo hacer ruido, desplazar objetos o jugar con la electricidad; hasta puedo provocar un soplo de aire que los acaricie. También me dijeron, los que me recibieron, que bajo ciertas circunstancias era posible acariciarlos directamente o hablarles y hasta hacerme visible en mi traje de luz.
Mamá, Papá solamente piensen en mí de la misma forma que antes de mi partida y sobre todo, estén atentos a las señales que intento enviarles.
Entonces ya verán, cuando la tormenta se calme en sus espíritus, cuando hayan entendido que la muerte no es un fin, cuando hayan aceptado mi partida y se hayan dado cuenta que sigo estando vivo con ustedes; el cielo se iluminará y nos llevarán a una maravillosa comunión en donde nuestras almas se juntarán para la eternidad.
Tu Hijo de Luz