“Puedes llorar porque se ha ido o puedes sonreír porque ha vivido;
puedes cerrar los ojos y rezar para que vuelva
o puedes abrirlos y ver todo lo que ha dejado;
tu corazón puede estar vacío porque no la puedes ver
o puede estar lleno del amor que compartisteis.
Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vacío o dar la espalda
o puedes hacer lo que a ella le gustaría: sonreír, abrir los ojos, amar y seguir”
(Anónimo Escocés)

31 octubre 2009

Mi madre....


El día 31 de octubre falleció mi madre. Desde el mes abril no se encontraba bien y le diagnosticaron una depresión. Depresión que luego resultó ser un tumor en el hígado. No voy a entrar en detalles porque, una vez más, la medicina no ha estado a la altura de lo que esperábamos y tengo demasiada rabia contenida.
He tardado en hacer esta entrada porque, en realidad, todavía no he asimilado su muerte.¿No la he asimilado o mi corazón se ha acostumbrado tanto a sufrir, se ha vuelto tan duro que ya está preparado para cualquier golpe?. Es que a veces me tengo que parar a pensar en que ya no está con nosotros, en que ya no la voy a volver a ver, que cómo es posible que pueda continuar con mi vida habitual. También es verdad que Laura no me deja mucho tiempo para pensar. La rutina de una niña de un año es la mejor terapia para enfrentarse al dolor y a la tristeza.
Me he enfrentado en el transcurso de dos años y medio a dos tipos de duelo. Si, dos tipos porque son duelos diferentes. La pérdida de Anna supuso la pérdida de una parte de mi, como si hubiera sufrido una amputación. La muerte de mi madre ha supuesto la pérdida de mi referente, una sensación intensa de desamparo.
Mi madre, Juanita, no había superado la muerte de Anna. Ni la había superado ni la hubiera llegado a superar nunca. Quizá entonces ya empecé a perderla un poco. ¡Cuántas veces me tenía que tragar mi propio dolor para animarla, para ayudarla a continuar!. La llegada de Laura llegó a apaciguar un poco esa angustia que sentía pero tampoco le ha dado mucho tiempo a disfrutarla.
Ahora, allá donde se encuentren, en su cielo particular, están juntas para siempre.

10 Vuestros comentarios:

Mariló dijo...

Hola Rosa Mari, siento mucho lo de tu madre, solo puedo decirte que seguro que ella está feliz junto a ANA,tanto dolor es inhumano.Un besazo.

Anónimo dijo...

Hola Rosa Mari:
No sabía nada de lo de tu madre; hace mucho que no navego por los blogs, ni siquiera por el mío propio, me duele demasiado... He pensado cerrarlo, aún no sé lo que haré, no me acostumbre a ver a Zoe tan "expuesta" y vulnerable.
Qué dura es esta vida. Te entiendo muy bien cuando dices que tenías que tragarte tu propio dolor para intentar animar a tu madre: a mi me sigue sucediendo; incluso, durante algún tiempo, llegué a distanciarme de mi madre porque yo era incapaz de soportar mi propio dolor y cargar tambiñen con el suyo: su pena como madre y abuela.
Seguramente tu mamá ahora estará feliz junto a Anna, y qué puede haber más bonito que pensar que estarán juntas, en su cielo particular.
Un beso muy fuerte y mucho ánimo, pues nuestro corazón se ha hecho duro pero sigue viviendo el dolor con intensidad.
Montse (mamá de Zoe, y ahora de Hugo, aún en mi interior).

Icr dijo...

Hola Rosa Mari, nunca te había escrito, nunca he sabido qué decirte... porque es muy difícil encontrar palabras que consigan aliviar tanto dolor. Siento mucho la muerte de tu madre. Piensa al menos que las dos personas más importantes de tu vida ahora están juntas y que cuidarán de tí y de los tuyos. Ojalá que la vida pueda alguna vez compensaros por tanto sufrimiento. Un beso enorme.

Anónimo dijo...

Hola Rosa Mari, sigo tu blog desde que lo descubri aunque no te habia escrito hasta ahora. Siento mucho todo lo que estas sufriendo , no es justo que algunas veces la vida mastique tanto a las personas. Pero tienes una hija, que no te hara olvidar nada pero si,como tu bien dices amortiguar tu dolor. Ahora ellas estas juntas, seguro que os protegen y velan por vosotros. Un beso

Elena dijo...

Una hija.. una madre..un nuevo ser, -la pequeña Laura-, a quien dedicarle todas las horas de tu vida. Esta vida es una ruleta rusa eh Rosa Mari?
Una lucha por aceptar lo que la vida nos va trayendo; nos tenemos que hacer tan fuertes que queramos o no
golpe tras golpe, encima nos dicen que "tenemos que crecer como personas". Qué altas somos ya.
Un gran abrazo Rosa Mari.

Encarni Moreno dijo...

Hola Rosa Mari,muchas veces he entrado y leído tus palabras,pero creoq ue no te llegué a escribir,hoy leo ésta noticia y quiero mostrarte mi apoyo en éstos momentos tan dolorosos.Como dices,son dso pérdidas muy importantes en tu vida y has de recoger fuerzas donde la shaya,ese pequeño aneglito te ayudará muchisímo,estoy segura.Como dices en el escrito que abre tu bloghay que seguir recordando lo mejor que te han dejado.Un fuerte abrazo y p'alante siempre amiga...

Adoyma dijo...

Rosa mari, mi infinita gratitud por tu comentario en mi blog.
Gracias por estar aqui, gracias, gracias, gracias.
Tengo un blog lleno de tarjetas navideñas gratuitas,si te apetece o quieres dime si te gustaria un montaje con la foto de Anna o cualquier foto que desees y os la hago.
Disculpame si te importuno.
Feliz navidad, pase lo que pase lña navidad siempre vuelve, asi que como bien dices, el corazón se hace callo y continuamos adelante, siempre, siempre, siempre, adelante.
Besote.

Vane dijo...

Cuanto lo siento, un besito enorme, y encuentrale el lado positivo, ahora está cuidando de Ana, y Ana de ella.
Besitos para esa bebé tan bonita que teneis. y uno enorme para el cielo

Antonio dijo...

Feliz cumple Anna!


Feliz Navidad

Antonio

velvetinna dijo...

Lo siento mucho Rosa Mari, aunque no me conozcas te mando un abrazo. Para mí mi madre es una persona básica en mi vida, un referente de paciencia, trabajo, cariño, dedicación, no quiero ni imaginar el hueco que habrá dejado. Al menos que te quede el consuelo de haber intentado hacerla felíz (dice mucho de tí el haber tenido que comerte tu dolor para tratar de animarla), seguro que tu madre estaba orgullosa de tí y te quería muchísimo. Parte de tu madre vive en tí, a través de sus recuerdos, de sus enseñanzas y seguro que en alguna parte estará ella con Anna.